PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
AMNIOCENTESIS
Es un procedimiento ambulatorio que no requiere anestesia ni preparación previa. Se lo indica habitualmente entre las 15 y 18 semanas de embarazo y consiste en la punción ecoguíada del vientre materno con el objeto de introducir una aguja fina y extraer líquido amniótico para el estudio de múltiples patologías que pueden afectar al feto.
La principal indicación de este procedimiento es el estudio de anomalías cromosómicas y su exactitud diagnóstica alcanza el 99%. Las células fetales son aisladas, cultivadas y estudiadas con el objeto de identificar anomalías cromosómicas y algunos defectos genéticos.
De igual forma, pueden identificarse infecciones que podrían afectar la salud fetal.
La amniocentesis no está exenta de riesgos, se los recomienda en aquellas gestantes cuyos test de screening no invasivos son altamente sugestivos de una afección fetal. En efecto, la amniocentesis puede asociarse a aborto espontáneo o infección intraamniótica en un 1% de embarazos.
BIOPSIA DE VELLOSIDADES CORIALES
Es un método de diagnóstico prenatal que consiste en extraer una muestra de una zona de la placenta denominada trofoblasto mediante la punción ecoguiada del vientre materno. Se la realiza habitualmente entre las 11 y 14 semanas de embarazo. El procedimiento es ambulatorio y requiere de anestesia local, sin embargo, el dolor no es más intenso que el de una venopuncion (toma de sangre).
La biopsia de trofoblasto o vellosidades coriales, tiene similares indicaciones que la amniocentesis pero permite un diagnóstico más precoz que la misma, tanto para el estudio del cariotipo fetal y en ciertos casos para la investigación de enfermedades genéticas.
El riesgo de pérdida fetal o infección intramniótica oscila en 1%.
CORDOCENTESIS
Es una técnica tanto diagnóstica como terapéutica. Consiste en la extracción de sangre fetal mediante la introducción ecoguiada de una aguja fina a través del vientre materno hasta el cordón umbilical. La muestra obtenida ( entre 3 y 5 ml ) es útil en caso del hallazgo ecográfico de una malformación fetal para el estudio de anomalías cromosómicas, defectos genéticos, discrasias sanguíneas, anemia e infecciones fetales, entre otros.
En el plano terapéutico, sirve como vía para realizar procedimientos tales como transfusión fetal intraútero y administración de fármacos.
Se la realiza a partir de las 18 semanas bajo anestesia local y en un centro hospitalario de III nivel.